miércoles, 20 de octubre de 2010

martes, 23 de marzo de 2010

Como sabes, el 2010 es el año del Bicentenario y del Centenario, ¿seguro lo has oído no?
Para celebrarlo te presentamos uno de los símbolos que más nos identifican como nación y como mexicanos: el HIMNO NACIONAL. Sabemos que lo conoces, y que lo cantabas todos los lunes en la secundaria, pero atrás de él, hay una interesante historia:
En 1853, Santa Anna lanzo una convocatoria, para elegir la letra del himno. El 5 de febrero de 1854, se dio a conocer al ganador: Francisco González Bocanegra, has oído ese nombre ¿verdad?, entonces también has oído el nombre del que le puso música a nuestro himno, por si no lo recuerdas fue Jaime Nunó. Seguro que ya sabes todo esto, lo que quizá no sepas es que el himno está formado por un coro y por diez estrofas. En la cuarta estrofa se hace una referencia a Antonio López de Santa Anna, donde lo llaman “guerrero inmortal de Zempoala”, y en la séptima se hace otra referencia, pero esta vez a Agustín de Iturbide, llamándolo “bravo aladid”. En 1855 tras la salida de Santa Anna del país, el himno compuesto fue ignorado, por las referencias que hacía, y fue rescatado en el gobierno de Porfirio Díaz.
En 1910, celebrando el centenario de la Independencia, la Secretaria de Instrucción Publica decidió suprimir las estrofas cuatro y siete. En 1942, se oficializó el Himno Nacional Mexicano, conservando las estrofas I, V, VI X, intercalando el coro cinco veces.
Tras muchos años este himno, cantado por primera vez un 15 de septiembre de 1854, continua siendo uno de nuestros máximos símbolos patrios, y de los que mejor nos representan en el mundo.
Para que te sientas orgulloso de él, y no lo escuches únicamente en los partidos de futbol, te dejamos la letra oficial, la letra original de 1854, y el mismo himno interpretado en náhuatl. ¡Disfrútalo!


LETRA OFICIAL
(Artículo 57, Ley sobre el Escudo, la Bandera y el
Himno Nacionales).
CORO
Mexicanos, al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.
I
Ciña ¡oh Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino
que en el cielo tu eterno destino
por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo
piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
II
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡Guerra, guerra! los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle
los cañones horrísonos truenen,
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!
III
Antes, patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la patria aquí fue.
IV
¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento
sí el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor

LETRA ORIGINAL
Mexicanos, al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.
I
Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino,
por el dedo de Dios se escribió;
Mas si osare un extraño enemigo,
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
Coro
II
En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas
de tus hijos inflama la mente,
los laureles del triunfo, tu frente
volverán inmortales a ornar.
Coro
III
Como al golpe del rayo la encina
se derrumba hasta el hondo torrente,
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó;

Ya no más de tus hijos la sangre
se derrame en contienda de hermanos
sólo encuentra el acero en tus manos
quien tu nombre sagrado insultó.
Coro
IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
te defienda la espada terrible,
y sostiene su brazo invencible
tu sagrado pendón tricolor;
El será el feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo,
porque él supo sus armas de brillo
circundar en los campos de honor.
Coro
V
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡Guerra, guerra! Los patrios pendones
en las olas de sangre empapad:
¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle
los cañones horrísonos truenen,
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!
Coro
VI
Antes, patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie;
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y tus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la Patria aquí fue.
Coro
VII
Si a la lid contra hueste enemiga
nos convoca la trompa guerrera,
de Iturbide la sacra bandera
¡Mexicanos! valientes seguid:
Y a los fieros bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra;
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del bravo adalid.
Coro
VIII
Vuelva altivo a los patrios hogares
el guerrero a contar su victoria,
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar:
Tornáranse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas
también sabe a los bravos premiar.
Coro
IX
Y el que al golpe de ardiente metralla
de la patria en las aras sucumba,
obtendrá en recompensa una tumba
donde brille de gloria la luz:
Y de Iguala la enseña querida
a su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal coronada,
formará de su fosa la cruz.
Coro
X
¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento,
los convoca a lidiar con valor:
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!
Coro

TRADUCCIÓN AL NÁHUATL
MEXIHCALTEPETLACUICAL

Icuac Yaotl Technotzaz mexihcah
Ticanacan temicti tepoztli,
Ihuan huelihqui man tlalcohcomoni
Ihcuac totépoz cueponiz nohuian.
(Cencecnitla)
Tlazohtlanalnan xomoixcuaxochitlali
in pahcayotl nemiliz cecnitlacah
ilhuicapa monemiliz nochipa
omohcullo ca tema toteotl.
Tla quinequizqueh in huehca chanehqueh
mo tlalticpac quintlaziqueh inicxhuan
Tlázohtalnan xicmati ca mopilhuan
qun yeanaz Totootzín pan yaotli
(Cepantlacuicalli)
Tlalzohtlalnan mopilhuan mitzihuia
co nochipa mopampa mihmiquiz queh
tlate chmotzas in yaotlapitzalli
ica itenyo huelihqui quemanian.
Inic tehuatl iztaqueh xochimeh,
inic yéhuan ce ilhuca ilnamíquiliz,
cente tlalzca tlatlaniliz mohuaxca,
ce mahuiztic tecochtli inic yeh.
Himno nacional en náhuatl:

lunes, 22 de marzo de 2010

miércoles, 24 de febrero de 2010

martes, 23 de febrero de 2010

dia de muertos

Al hablar de la UNAM, hablamos no solo de su importancia académica, sino también del gran aporte que ha hecho a este país, tanto en lo académico, en lo cultural y arquitectónico. Muestra de esa gran arquitectura es Ciudad Universitaria, esa gran construcción, surgida en los años 50´s, y que con el paso de los años sigue siendo tan admirada como el primer día.
La UNAM desde hace muchos años ha sido reconocida por sus logros académicos, pero hacia falta algo, algo como un símbolo, que hiciera sentir a los universitarios más unidos y más identificados con su escuela. Por esta razón surge la idea, de crear un complejo, en donde no solo se impartieran clases, sino que se pudieran desarrollar diversas actividades en un ambiente agradable. Los primeros encargados de este proyecto fueron los arquitectos Mauricio Campos y Marcial Gutierrez Camarena, que como parte de su tesis profesional se encargaron del diseño de Ciudad Universitaria. Originalmente estaba planeada para la zona que hoy ocupan los hospitales de Huipulco, pero en 1943 se eligen como cede los terrenos del Pedregal de San Ángel.
Fueron varios años de diseño, de conseguir permisos, de cambiar los planos una y otra vez, de amueblar, todo con el propósito de construir algo digno de lo que representaba la UNAM.
Finalmente en 1952 con una ceremonia encabezada, por el entonces presidente, se inaugura Ciudad Universitaria, pero no fue hasta 1954 que se iniciaron las clases.



Actualmente todos disfrutamos de las instalaciones de Ciudad Universitaria, las cuales reconocemos por sus jardines, por sus grandes edificios, y, quizá un elemento de los más representativos de la UNAM y de todo México, por los murales que adornan diversas áreas.